Description
La identificación del Arlequín con Picasso y del artista con el personaje de la Comedia se hace evidente una vez más en este dibujo, esta obra es un precursor del “Autorretrato” que realizó en 1972 y en el que parece haber capturado el momento en que vio la Muerte. Esta obra, aunque carece del impulso dramático de la otra, también refleja su creciente preocupación por la vejez y la decrepitud y pérdida de potencia que la acompañan.
El rostro registra con valentía española cómo se produce el deterioro inexorable de la piel bajo el maquillaje, el cansancio de los rasgos, la pérdida de autoridad en la mirada que se ha vuelto vidriosa. A pesar del brillante colorido que utilizó el Maestro, delató la desilusión que lo invadió. Pero quería decir que su vida dependía de continuar con su trabajo, de no detenerse.