Descripción
Cartel de una exposición de grabados en la Biblioteca Nacional de París.
En nuestro alojamiento compartido, con los obreros y fruteros vecinos, no me queda más remedio que tumbarme en la cama y, encerrándome en mí misma, reflexionar sobre mí misma. ¿Qué más? Me atormentan los sueños. Una habitación cuadrada y vacía. En una esquina, una cama individual y yo encima.
Está oscuro.
De repente, el techo se abre y una criatura alada desciende ruidosamente, llenando la habitación de movimiento y nubes.
Un roce de alas.
Pienso: ¡un ángel! No puedo abrir los ojos, es demasiado brillante, demasiado claro. Después de buscar por todas partes, sube y atraviesa la ventana del tejado, llevándose consigo toda la luz y el cielo azul.
Oscurece de nuevo. Me despierto. Mi pintura, La Aparición, evoca este sueño.
Marc Chagall.
Una obra similar se encuentra en la Tate Modern de Londres, que muestra el tema recurrente de la aparición en las obras de Chagall. Como muchos de los grabados de Chagall de principios de la década de 1920, La Visión se basa en una obra anterior de 1917. Tras mudarse a París en 1923, Chagall creó nuevas versiones de muchas de las obras que había realizado en Rusia. La Visión muestra al joven pintor en su caballete recibiendo la visita de un ángel. Las pinturas de Chagall a menudo se inspiraban en sus sueños, y el ángel alado es solo uno de los muchos seres fabulosos que pueblan sus composiciones. Chagall reconoció que a través de su arte podía refugiarse en su imaginación. Más tarde dijo que la pintura «se le apareció como una ventana a través de la cual podía volar a otro mundo».
